A pesar de los avances hacia la igualdad de género en el mundo empresarial, un hecho preocupante continúa destacando: menos del 1% del presupuesto de compras de las empresas termina en manos de empresas propiedad de mujeres. Este dato revela una brecha significativa en el apoyo a las mujeres empresarias y en el acceso equitativo a oportunidades comerciales.

La baja representación de empresas dirigidas por mujeres en el flujo de compras corporativas resalta la necesidad de promover la diversidad y la inclusión en las cadenas de suministro. Al fomentar la colaboración con proveedoras femeninas, las empresas no solo pueden contribuir a cerrar esta brecha, sino también a impulsar la innovación, la competitividad y el crecimiento económico en general.

Es fundamental tomar medidas concretas para aumentar la participación de las mujeres en el sector empresarial y garantizar que tengan igualdad de oportunidades para competir y prosperar en el mercado. Esto implica políticas y prácticas que fomenten la diversidad en las decisiones de compra corporativas y que apoyen el desarrollo y crecimiento de las empresas lideradas por mujeres.

El apoyo a las empresarias no solo beneficia a las mujeres individualmente, sino que también fortalece a las comunidades y a la economía en su conjunto. Es hora de reconocer el potencial empresarial de las mujeres y trabajar juntos para crear un entorno empresarial más inclusivo y equitativo.